lunes, 22 de septiembre de 2014

Lovechaft el profeta de lo insondable




El escritor Howard Lovecraft ese dia griss en Providence se recuesta en su viejo sofá.Pensaba en las pesadillas de sus días anteriores,en la plaga de ratas y en si moriría este año de alguna enfermedad mortal, ya que había caído en cama varias veces seguidas,este pensamiento le hacia tocarse el pecho con frecuencia.Estas ideas le intrigaban pues decía que le venían de las sobras que siempre estaban ahi empujando al ser humano a siempre mostrar lo que en el fondo contiene,al pesimista escupidor de malos deseos,al monstruo,al devorador de hombres cuando las situaciones lo ameritan.El ser humano es incapaz de mantener una vida pulcra y de amor a sus semejantes,todo siempre es una vindicación de falsa imagen que busca falsos alivios a la conciencia,era lo que creía el escritor creador de un nuevo genero de terror,el horror de lo inmenso,misterioso y desconcertante mundo de los terrores primitivos del ser humano,lo que el llamaba los antiguos e inmensos seres de maldad que respiran esperando despertar bajo nuestros pies.Una visión que reflejaba el tiempo que le tocaba vivir,en el siglo XIX dichos monstruos de horror omnipotente aun no se manifestaban ante la humanidad,los demonios gigantescos y con enormes poderes aun no hacían su aparición,todo el horror de Lovecraft aun estaba por plasmarse,era el horror del ser humano y su enorme capacidad para causar daño inconmensurable a sus semejantes,por poder o simplemente por puro gusto,son esos los colosos imparables de muchas de su novelas,dioses antiguos que duermen en la profundidad de las montañas y despiertan a este mundo para destruirlo todo.Lovecraft jamas comprendió (si se me permite tal osadía) decir que la absoluta maldad de una época siempre aparece cuando ésta  ya está por extinguirse,que a pesar de las guerras y desastres que vinieron en dos guerras mundiales muchos seres humanos atesoraron y  aun atesoran la esperanza de la renovación del amor y la bondad que de manera imprevista le hacen reflexionar sobre las locuras de su epoca(que en parte tambien son las suyas).Dios se revela en maneras misteriosas,no siempre lo hace a través de grandes cambios políticos, ni de sus lideres, si no mas bien en la jornada de aquel hombre que humildemente desea un mundo mejor pero no encuentra de momento su lugar y su aporte para que dichas ideas broten en tierra fertil.
Hasta que en algún momento, despues de mucho buscar descubre que para destruir a los enormes gigantes de maldad y rapacidad solo hace falta seguir el legendario caso del rey David que de un piedrazo echo al suelo al brabucon Goleat,un artilugio simple,menudo pero firme realizó el cambio.Quizá la esperanza humana este en los pequeños gestos y cambios del día a día,  sólidos, inamovibles y certeros, que cuando son confrontados frente a  enormes desesperanzas doblegan raudos  hasta el mas alto de los gigantes..