Los políticos y la Elite económica global de los grandes gobiernos ha empezado una guerra global desde hace algún tiempo sin parangón en la historia humana, el gran chaman eléctrico induce y seduce las conciencias de millones, te toma te aprehende en un segundo, tu corazón salta y en la mayoría de los casos se angustia, el desfile de horrores aún está por venir, la tecnología HD HQ son juegos de niños ante lo que nos espera, una verdadera posesión demoniaca de nuestra corteza visual de parte de los que están desde el otro lado de la pantalla, pues sabrán mis estimados que es el cerebro y no el ojo el que ve, eso lo complica todo pues la región cerebral que ve, también esta interceptada por otras regiones donde residen nuestros códigos de realidad, conducta, deseos, miedos y angustias, la imagen televisiva buscara irrumpir cada vez y con mas violencia en el interior humano, comandarlo, estrangularlo, sofocarlo para que clame que se erijan los caminos precisos donde el poder global reine completamente sobre sus vidas, mientras mas se colmen los espacios de tv cable y video juegos con un numero cada vez mas masivo de series y aplicaciones mas fatiga y esfuerzo a de dedicarseles, menos reflexión menos deliveracion bien pensada, por ende mas pasividad.
Pero no hay que apagar la tv para oponerse a esto, si así todos lo hicieran aparte de haber un retroceso comunicacional no seria raro que la elite buscara proyectar sus misceláneos temas en los cielos y en el aire, la clave esta anteponer un sentido moral, ético, sujeto a valores humanos y no simplemente ante la corriente visual, mediática, no caer en el juego del lenguaje, imagen, baile y ritmo de moda, sobre todo cuando invita a una repetición constante, la educación y buenos hábitos es la clave.
Eduardo Punset en Redes: Como entrenar nuestro cerebro?
Sin hábitos no podremos ser seres plenos pues es con hábitos como construimos nuestras relaciones con los demás, si dejamos que la tv y medios parecidos nos habitúen a tomar de ellos la visión del mundo y de los demás estaremos perdidos, seremos peor que un cerdo de granja que produce manteca para sus amos, habremos perdido nuestra enorme capacidad creadora para elaborar relaciones sinceras y efectivas con los demás, de volver aunque sea ligeramente a confiar en el de al lado, de posicionarnos con nuestro derecho y deber de construir una realidad integradora, amable y no tan excesivamente mediatizada como lo es hoy entre los seres humanos..
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