Cada generación
que pasa deja un despliegue que la
siguiente deberá continuar desenvolviendo, Es la ruta de la vida, de la vida consiente
en la multidimensional dad de lo que nos rodea. Dicha ruta aún está en sus
primeros avances, muchos se engañan si creen que la tecnología y su lenguaje
nos aportarán dicha evolución, siempre ascendente del pensamiento y el espíritu
humano. La tecnología está trabando y haciéndonos devolvernos hacia épocas que
se creían olvidadas, en donde ese otro existía como un mero signo o un
distintivo, el clan rival, en esa época el enemigo era una mísera pieza de un
pueblo todo al que había que echar abajo, una tribu, hoy estas réplicas están contenidas en las tribus
modernas , que pasman por su repetitividad y obviedad en el hablar, sentir y pensar
de sus integrantes . Pareciera que lo que llamamos individuo no existe
realmente, que individuo en esta época es tan solo un espacio subjetivo para hacer valer los deseos y derechos más
particulares y a veces excéntricos que generan un rebote con el espejo de la
constante auto identificación. La paradoja que este supuesto individuo no se
conoce a si mismo salvo en la identificación con modas, convenciones y puntos
de vistas muchas veces diseñados para su propio control, toma bandos y banderas
que parecen llevarlo a un sufrimiento y angustia que cree necesarios con el fin
de pertenecer a una ameba social que lo cubra y le arrastre hacia alguna
promesa de dudosa ganancia. En cambio los verdaderos individuos parecen no
hablar de sí mismos más que lo que desean hacer o aportar a su medio, desean
ser honestos y estar atentos a cómo realizar sus metas y sueños de la mejor
manera pero sin buscar la meta como un fin último si no como un medio hacia
nuevas realizaciones. Para este nuevo individuo la vida es un entramado donde
el amor la guía ultima para sostener armonizar y dar sentido verdadero a lo que
llamamos humanidad, no son ni las modas ni las contingencias ni mucho menos los
cambiantes deseos e ideas personales, más bien es el amor el que filtrar y
reduce los inflados egos y permite que abramos los ojos hacia aquellos en quien
podemos compartir y hacer crecer nuestros sueños y esperanzas más sublimes. Si
no nos entienden ni aceptan no significa que el amor no exista ni mucho menos,
más bien significa que existen seres humanos que aun continúan creyendo que ser
individuo es hacer valer lo meramente propio opacando y empobreciendo su espejo
interior para contemplar el mundo.
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